Me contradigo con total sinceridad

Aprovecho este medio público para enmendar un error (mío). Si leen mi carta MOTLU (está un par de posts más abajo, soy de nuevo yo, Pepe Artigas, un gusto) verán que a la pregunta “¿Le gusta el fernet?” contesté un escueto y reglamentario “no”. Bueno, eso ha dejado de ser verdad. Debido a cierto, reciente y desafortunado, acontecimiento perteneciente a la esfera de mi vida sentimental (no pregunten, por favor), ahora me gusta el Fernet. Tanto me gusta que le hice un poema. Estoy pensando en presentarlo al XXVI Concurso de Poesía Patética Dedicada a Bebidas Alcohólicas que organiza la municipalidad de Lanús (el año pasado lo ganó mi amigo Edgar Vichicome con un poema dedicado a la caña Legui, impresionante, conmovedor, al intendente se le caían las lágrimas cuando le ponía la medalla) pero, no sé, no estoy seguro. A ver que les parece…


Tano bendito

Tanito viejo y peludo,
sin tu impoluta negrura,
soy la triste caricatura
del fantasma de un felpudo.

Siempre gaucho, siempre fiel.
Cuando sangro por la herida,
tu amargura sabe a miel
y es apósito de vida.

¡Bendita sea tu graduación
(las horas se pasan solas)
y tu santa, exquisita, unión
con la reina de las colas!